Bienvenido a la granja Liendl
Una granja llena de historia y hospitalidad
1920 - ese fue un año memorable. En Estados Unidos se promulgó la Prohibición, en Alemania apareció el primer disco de jazz y en Salzburgo se iniciaron los Festivales. Y en el idílico Carintia, en la granja Liendl, María y Johann Robas dieron la bienvenida a los veraneantes por primera vez. Hoy, más de 100 años después, la cuarta generación está al mando: Christina Scheriau, la bisnieta, dirige la explotación de prados y la cría de ovejas. Ella recibe el apoyo decidido de sus padres Sonja y Peter, así como de su pareja Andreas y su hermano Johannes con su pareja Barbara.
En medio de la naturaleza, y sin embargo, céntrico
La granja Liendl está enclavada en un paisaje lacustre único. A tiro de piedra se extiende el lago Keutschacher, con su playa privada. Pero la capital regional Klagenfurt y el famoso lago Wörthersee también están a solo 15 minutos en coche. Alrededor del 70% de la superficie del municipio está protegida - ¡vacaciones en su forma más natural!
Experiencias para toda la familia
Ya sea diversión para los niños en el parque infantil, paseos en tractor, alimentar a los animales o pasear en barca de pedales por el lago, en la granja Liendl no hay aburrimiento. La granja ofrece numerosas posibilidades de descubrir, jugar y relajarse, tanto para los grandes como para los pequeños. Y cuando los padres necesitan un descanso, pueden disfrutar de los cuidados en la terraza del "Café Sunseit'n" a orilla del lago.
Delicias regionales de la granja
En el bufé de desayuno esperan delicias caseras como salami, jamón, yogur y zumos de fruta. Una vez a la semana, la familia invita a una agradable velada de barbacoa, con carne de la propia granja, verduras frescas del huerto y ensaladas caseras. Quienes lo deseen, también pueden preparar sus comidas en el apartamento de vacaciones totalmente equipado.
Sostenibilidad con tradición
Los Liendl otorgan gran importancia a la sostenibilidad y la tradición. Llevan más de 100 años gestionando la granja, que hoy en día abarca 32 hectáreas. Además de la cría de ovejas, apuestan por las energías renovables y el mantenimiento del paisaje cultural. De esta manera, contribuyen activamente a la protección de la naturaleza única que rodea el lago Keutschacher.